Para mí, junto con Sin Perdón y Los puentes de Madison, la mejor película del incombustible Clint Eastwood y la mejor de la década. A modo de autorrelato biográfico, Gran Torino se te clava en la retina desde la primera escena del funeral hasta el final más imprevisible y magistral que he visto en mucho tiempo; aviso: si se te escapa alguna lágrima es normal, la emoción que contienes durante dos horas te explota delante tuya.
Sin excesos de medios económicos, con modestia y con una fotografía oscura y austera, en Gran Torino se pasa revista a los grandes temas que pasaron durante el último siglo por América y que reflejan las grandes preocupaciones que el propio director ha trasladado a la gran pantalla en su dilatada carrera. En Gran Torino se fusiona todo lo que hemos visto anteriormente en las películas de Eastwood: familia, fe amor, muerte, guerra y, sobre todo, una humanidad que desborda las pulgadas de tu televisor.
A todo eso se le añade un componente de extraordinaria actualidad: las bandas callejeras. Si unes a una banda callejera con un Clint sombrío, inflexible, muy americano y veterano de la Guerra de Corea te queda Gran Torino, la película más completa y emotiva que he visto en mucho tiempo. Te alegrará el día.
Gran película y sorprendente final....
ResponderEliminarDifícil elegir sólo tres: cuesta dejar fuera Mystic River o Bird (yo las pondría por delante de Gran Torino).
ResponderEliminarCoincido con Leticia: inesperado y grandioso final.