Después de filmar obras memorables como El crepúsculo de los dioses, Testigo de Cargo o Con faldas y a lo loco, el genio Billy Wilder logra superarse con esta obra redonda, sencillamente maravillosa.
El Apartamento se nos mete dentro de la retina desde la primera escena y acaba por inundarnos todo el cuerpo con ese memorable final, uno de los mejores de la historia del cine. Y se nos mete dentro porque cuenta la historia de un hombre común, ninguneado por sus jefes, que vive en soledad en su apartamento comiendo alitas de pollo y escurriendo los espaguetis con una vieja raqueta de tenis, y eso cuando no tiene que salir del apartamento para dejar que sus jefes se lleven a sus ligues de turno a su humilde morada. Pobre Jack, que refleja a la perfección esa imagen del hombre absorbido por el trabajo, por eso de ascender a toda costa en su carrera profesional, un hombre empapado de medianía y mediocridad que, sin embargo, nos causa una admiración sublime.
Genial, con ritmo, con rechazo total a los tópicos y al edulcoramiento gratuito, con estilo, compleja, terrible y bellísima película que hace que nos enamoremos del gran cine.
Es lo que tiene el cine... películas antiguas que se acercan a la actualidad.. concretamente al enorme cuidado (o miedo) que tienen los trabajadores para no perder su empleo? Consintiendo situaciones que en épocas de auge económico ni se plantearían...
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