Estamos delante de una película con letras mayúsculas, en el terreno de lo real y lo sobrecogedor. Paul Haggis, el que ya dirigiera la fantástica "Crash", vuelve a demostrarnos que el cine moderno también cuenta con grandes directores capaces de transmitir con una veracidad inverosímil y de emocionar con tremenda sencillez. Digna del mejor Eastwood.
Posiblemente estemos ante la mejor película sobre la guerra de Irak, y todo sin contar con un solo tiroteo o una escena bélica. Suficiente tenemos ya con el sufrimiento que vemos en los ojos de un excelso Tommy Lee Jones, los ojos de un padre que naufraga y flota en el dolor de la pérdida de su hijo mayor y la desaparición del pequeño tras regresar de la Guerra de Irak.
Nunca me han contado con la claridad con que lo hace En el valle de Elah como la guerra puede dejar secuelas permanentes en las mentes de los soldados, donde conviven las armas con los miedos más irreconciliables. La película os describirá el horror de la guerra, el dolor de un padre, la lucha de una policía, pero sobre todo os emocionará como pocas.
Estremecedora y desgarradora película que explica sin tapujos lo más recóndito de la guerra y el dolor humano que ésta genera.